Y en cuanto roso mi tersa tez
solté una
lijera carcajada infernal y
ponsoñosa que
quizás nunca
volveré a recordar, lentamente apeñuscamos nuestros labios y
siniestramente nuestros latidos (estruendos semejantes al
grasnar de un pato y al berrido de un infante)...fueron
explotando al terminar(nuestros estruendos),enfriando sus manos y
despidiendoce sus pupilas,me
avandono de repente(el),
solté una diminuta
lágrima que
encajaría en
algún lugar de sus recuerdos...ahora el mar de la
desolación.Me
sumergí de nuevo, le
solté,
así tal cual el lo hizo,me observe con vanidad en sus ya dispersas
lágrimas y arroje su
cadáver de inmediato.
No se quejo, no me queje...respire
freneticamente esperando atrapar algo de aquel momento...¿Que
sentía? -Nada ... siempre es nada
Camine con
lucides hacia la levedad mas cercana observe como me miraba
despreocupadamente(el) junto a sus manos,
nunca mas me dije la verdad de aquel entonces .Toda inquietud seria una calumnia a mi
existeciaTodos aquellos recuerdos los
aullente de un tenue grito, desgarre con cuidado cada palabra y sofoque cualquier sonido con mi silencio
enigmático.
Colocando mi
inverosímil peso sobre la entrada, el auge de la
desolación cotidiana,en
algún lugar me
detuve retocando con mi pincel cada uno de
estos detalles que hasta ahora
nombraria, el tropiezo,el escape, el sonido de murmullos que alborotaban mi
exaltacion -¡ESTA MUERTO!(gritaron aquellos murmullos
despavoridos).
Después sonreí melancólicamente como si se me
estubiece filtrando alguna
pústula y me comente
eufórica ¿QUE SERIA DE MI SIN TI?... orgullosa me
apreté mis
versátiles manos y
continué mi camino...
NINGÚN OTRO AMOR SE
INTERPONDRÁ EN MIS PENSAMIENTOS
entre tantas calumnias de mi existencia no
había espacio para un alago